Centro de Acción Social por la Música (CASPM)

30 de julio del 2019

Centro de Acción Social por la Música (CASPM)

El proyecto y su construcción, culminada en el año 2006, fue financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El programa, conocido mundialmente como “El Sistema”, tiene por objeto apoyar el desarrollo humano de manera sostenible y crear un espacio propicio para potenciar las oportunidades de integración social e inserción de niños y jóvenes a una vida social productiva. El sistema es un modelo de carácter pedagógico, cultural y social, fundado en 1975 por el maestro y músico venezolano José Antonio Abreu, con el fin de sistematizar la práctica colectiva e individual de la música, como instrumento de organización social de desarrollo humanístico.

A lo largo de todo el territorio venezolano, existe una población importante de niños, adolescentes y jóvenes  pertenecientes a más de mil orquestas juveniles e infantiles. Esta experiencia venezolana ha causado un gran impacto cultural y social en países que buscan disminuir sus niveles de pobreza, analfabetismo y marginalidad.

La naturaleza del diseño del Centro de Acción Social por la Música, donde el arte, la arquitectura y la ingeniería se unifican en cada elemento que integra la misma, representó un gran reto gerencial y constructivo, en el que todas las variables actuaron de forma simultánea durante la ejecución del proyecto.

La sede

El Centro de Acción Social por la Música es la sede principal de El Sistema y concentra espacios musicales distribuidos en 10 niveles, desarrollados para apoyar la educación, práctica y presentación de conciertos y recitales de orquesta. Los recintos fueron diseñados con el objeto de cumplir las más altas exigencias arquitectónicas, estructurales y acústicas, alcanzando, e inclusive, superando estándares europeos y norteamericanos. Es por ello que hoy en día se considera una edificación única en su categoría, que contiene en su interior las salas teatrales y de ensayo reconocidas como los espacios de mejor comportamiento acústico en Latinoamérica.

La Sala Simón Bolívar

La Sala Simón Bolívar es una caja de música concebida para 1200 espectadores. Su configuración se dispone en forma de paralelepípedo regular, con un arreglo paralelo de las butacas respecto al escenario. Tres balcones laterales a la sala, con acabado en obra gris, ofrecen otros ángulos de visión. Estos balcones fueron incorporados a la sala como elementos posteriores a la culminación de la misma, según requerimiento del maestro José Antonio Abreu, lo que implicó la intervención estructural, arquitectónica y acústica de este espacio.

Laterales al escenario se disponen dos balcones de madera, concebidos para ubicar al coro, a los alumnos y a un público muy cercano a El Sistema. Hacia el sur, la sala cuenta con un patio alto, cuya ubicación brinda una visión panorámica de la extensión y calidez del espacio, que aunque regular, se delimita por elementos de diversos ángulos, vértices pronunciados, grandes alturas y luces amplias que permiten el disfrute de una experiencia musical única.

Esta sala está compuesta por paneles acústicos especiales, cuya función es absorber y reflectar el sonido. Por otro lado, contiene en su parte superior una cámara de reverberación, lo que le permite funcionar como un instrumento que puede afinarse, permitiendo que los difusores acústicos conduzcan las ondas sonoras a lo largo y ancho de la misma, produciendo una acústica impecable.  Aunado a esto, la sala cuenta con un sistema de aire acondicionado, cuyos equipos e instalaciones son totalmente silenciosos. También posee la mejor tecnología en mecánica teatral y dispositivos de iluminación, audio, video y sonido. Esto en conjunto permite que la sala funcione como si fuera una “caja flotante”, lo que hace que cada espacio cuente con el aislamiento sonoro necesario para la concentración musical que se requiere.

La diversidad de elementos que conforman la sala Simón Bolívar, expresados en distintas formas y materiales, así como el espectáculo cinético del maestro Carlos Cruz Diez materializado en sus butacas, invitan a disfrutar de la experiencia música.

La sala Simón Bolívar posee un sistema de barras motorizadas para colgar sobre el escenario los más de  cuatrocientos reflectores existentes. También cuenta con barras fijas en las posiciones laterales, en los puentes y balcones centrales. Todo ello controlado por una potente consola de control de iluminación, con capacidad para más de 1.500 dimmers y gran versatilidad en su manejo.

Los materiales para el revestimiento de pisos y paredes del Centro de Acción Social por la Música se escogieron con sumo cuidado, con el fin de resaltar las propiedades acústicas en cada espacio. En particular, el piso de la sala Simón Bolívar es de madera de corazón de pino de Arkansas. Este tipo de madera tiene la propiedad de recuperar su estado original ante las pequeñas agresiones ocasionadas por las picas del violoncello y del contrabajo cuando hincan su agujón metálico en la superficie durante las presentaciones.

En cuanto a los asientos, al entrar a la sala se tiene el privilegio de disfrutar del espectáculo visual cinético que ha plasmado el artista Carlos Cruz Diez en las 1200 butacas que se encuentran en este espacio. Este contraste invita al espectador a vivir intensamente la experiencia musical, que se integra con la majestuosidad de la sala y el talento de los músicos.

El órgano

Este órgano tubular, de 11 metros de alto por 13 de largo. Fue elaborado por la empresa Alemana Orgelbau Klausbun de Bonn y es el único de América Latina diseñado especialmente para una sala de conciertos. Está conformado por 3.309 tubos, tallados en estaño y plomo de primera calidad que conforman el sistema de paso del aire por sus diferentes alturas para producir el registro sonoro.

Este órgano fue construido bajo las especificaciones de El Sistema. Llegó al país en octubre de 2006 y fue ensamblado entre noviembre de 2006 y junio de 2007. Requirió de siete semanas para su total afinación.

Sala Fedora Alemán

Esta sala fue concebida para un aforo de hasta 400 espectadores, capacidad que puede disminuirse si así se desea, a través de una gradería retráctil, de acuerdo a las preferencias de la ocasión. Esta sala sencilla y sobria a la vez, posee un escenario con plataformas desmontables, lo que permite movilizarlo para acercar al público hacia éste, a fin de brindar una experiencia musical más íntima. Las butacas de la sala, vestidas de cuero natural y apoyabrazos cromados, se disponen en el perímetro del espacio, cuyo acceso se logra a través de escalones de concreto revestidos en madera.

La concha acústica de la sala se encuentra cubierta por elementos de madera que cumplen funciones acústicas (absorbentes y reflectantes del sonido) y de iluminación, pues éstos se encuentran sujetos a barras automatizadas y mecanizadas con cuya tecnología se logran múltiples aplicaciones de iluminación y sonido.

Sala de ensayos general 1

Ubicada en el sótano 3, esta sala de gran volumen permite realizar ensayos con hasta 300 instrumentistas simultáneamente. Cuenta con paneles reflectantes y fono-absorbentes, los cuales fueron especialmente diseñados para esta sala.

Sala de ensayos general 2

Esta sala se encuentra ubicada en el sótano 2. Posee gran volumen y fue diseñada especialmente para realizar ensayos con instrumentos de percusión, por lo que también cuenta con paneles reflectantes y fono-absorbentes. Al igual que la sala de ensayos general 1, esta sala dispone de techos, pisos y paredes flotantes, lo que en conjunto con el tratamiento acústico impide que el sonido de una sala se propague hacia la sala contigua. Debido a estas características, ambas salas equipadas con butacas teatrales, también se pueden disponer para evaluaciones y recitales musicales.

Sala de estudio

Esta sala posee piso de madera de algarrobo y enormes ventanas desde las cuales puede visualizarse el Parque Los Caobos. Cuenta con gran volumen y con la tecnología acústica y de iluminación profesional necesaria para cumplir funciones de sala de ensayo y estudio de TV.

Salas de ensayo individuales, para dúos; tríos; cuartetos y quintetos.

Esta sede cuenta con 20 salas de ensayo individuales, 10 salas de ensayo para dúos y 25 salas de ensayo para tríos, cuartetos y quintetos. Estas salas cuentan con una puerta de acceso metálica con empaques de goma y dos láminas de acero de alto calibre, reforzadas internamente para garantizar la hermeticidad del espacio. Estas puertas contienen una ventana de doble lámina de vidrio que permite el contacto visual con el pasillo exterior. Sin embargo, la hermeticidad se mantiene gracias a una empacadura de caucho perimetral a la ventana. Cada sala se compone de paredes de bloques de concreto, cuyo único recubrimiento son los paneles fono-absorbentes de  madera, que al igual que los pisos y techos recubiertos de materiales acústicos, acondicionan el espacio para permitir la concentración musical que cada músico en su interior requiere.

Las vibraciones en las salas de ensayo se controlaron al convertir a cada una de éstas en cajas flotantes, al apoyar elásticamente sus paredes, pisos y techos de la estructura propia del edificio. Esto impide la transmisión del sonido y permite la simultaneidad del uso de las salas

Los pisos de todas las salas de ensayo están colocados sobre durmientes de madera, entre los cuales se colocaron capas de fibras de densidades variadas y sobre éstos un aglomerado de alta densidad. Estos pisos son de madera de pino, machihembrado o virola, según cada caso.

Los elementos fono-absorbentes ubicados en pisos y techos son de diversas formas y tamaños, de madera forrada con telas de fibra mixta de alta permeabilidad sonora y fibras acústicas de diferentes densidades. Por su parte, los elementos fono-proyectantes se encuentran elaborados con compuesto de madera virola, cuyas densidades y espesores varían de acuerdo al tamaño y disposición de cada sala para lograr el rebote del sonido necesario para cada caso

La concha acústica o sala anfiteátrica

Hacia el sur del edificio se encuentra una sala de conciertos muy especial, debido a que posee acceso al maravilloso paisaje que permite disfrutar el Parque Los Caobos. Este obsequio del arquitecto Tomás Lugo es posible gracias a la presencia de una enorme compuerta metálica, cuyo movimiento de apertura y cierre es completamente mecanizado. Al abrir, esta compuerta se posiciona en el techo de la sala, permitiendo una vista panorámica hacia el verdor del parque.

Áreas administrativas, gerenciales y de servicios.

En el segundo nivel del edificio, ubicadas al norte de éste, se encuentran amplias áreas administrativas, con excelente vista al Ávila y gran iluminación. Los pisos de estas áreas se encuentran recubiertos de gomas vulcanizadas, para reducir el ruido causado por las pisadas de los usuarios. A su vez los techos son de fibra fono-absorbente, a fin de evitar que el ruido altere y perturbe los ambientes de las distintas salas

Las tuberías que se disponen para el suministro de servicios de aguas heladas; calientes; potables y servidas, se encuentran revestidas con poliuretano expandido o fibra mineral de diversos espesores, según los diámetros de cada tubería y las características del líquido que transportan. En los casos en los que las tuberías atraviesan los muros para pasar de un ambiente a otro éstas fueron aisladas mediante fibras y elementos elásticos. Adicional a esto, las tuberías colgantes cuentan con sistemas antivibratorios que impiden la transmisión de ondas sonoras o vibraciones de un espacio a otro al circular los líquidos por las mismas. Todo esto pensado en función de mantener altos estándares de calidad acústica en todos los recintos de la edificación.

Diseño

El diseño de arquitectura estuvo a cargo del Arquitecto Tomás Lugo, cuya capacitación técnica y sensibilidad creadora dieron vida a un edificio único, revestido con obras de artes plásticas de los venezolanos Jesús Soto y Carlos Cruz Diez, destinado a satisfacer las necesidades de las nuevas generaciones de músicos, además de deleitar a un público exigente que sigue el acontecer musical venezolano

“Se trata, sin duda alguna, de una edificación construida bajo el criterio social y colectivo que anima al movimiento orquestal venezolano, a su imagen, semejanza y potencial futurista”

-Tomás Lugo-

La estructura de esta majestuosa obra fue calculada por el ingeniero Otokar Kondrat, bajo las más estrictas normas de calidad internacional, aunado al reto de  alinear técnicas de ingeniería de punta con las plásticas de la arquitectura vanguardista.

Cumpliendo con las exigencias acústicas y antivibratorias, las graderías de la sala Simón Bolívar  y de las salas anfiteátricas se componen por una losa de concreto hiperestática, apoyadas sobre macro vigas portantes, a través de elementos antivibratorios elásticos. Esto impide que las vibraciones se propaguen hacia la estructura principal del edificio.

Así mismo, la estructura que soporta la tramoya de la sala Simón Bolívar, ubicada entre el techo y el escenario, se compone de grandes perfiles metálicos colgados del techo, amarrados mediante elementos antivibratorios elásticos al resto de la estructura. Con esto se logra impedir la transferencia de ondas vibratorias a la estructura principal al realizar los movimientos de los doseles, barras de iluminación y telones.

Por otro lado, de acuerdo a las exigencias artísticas y de arquitectura, todas las losas que conforman la estructura son diferentes entre sí. En consecuencia esta estructura prosee sección irregular en toda su extensión. Este conjunto estructural se encuentra apoyado sobre grandes macro vigas y macro columnas de sección irregular y variable, soportadas por fundaciones realizadas sobre pilotes y muros colados con lodo bentonítico, debido a la presencia de alto nivel freático en el terreno.

El ingeniero Otokar dejó el protagonismo de esta maravillosa obra a la belleza de la arquitectura, lo que hace de esta estructura un sistema necesario pero invisible a los ojos de los usuarios, permitiéndoles disfrutar de grandes alturas y luces, sin la presencia de obstáculos a la vista.

Dos grandes talentos artísticos en un mismo lugar

Algo indiscutible en el edificio del Centro de Acción Social por la Música, es que existe una vivacidad visual y espacial que pueden ofrecerle las artes plásticas de dos grandes artistas como Jesús Soto y Carlos Cruz Diez, los cuales materializan con evidente armonía, sus majestuosas obras en los pisos, rampas y salas de concierto de este inigualable edificio. Estas expresiones plásticas son esenciales para ampliar los procesos sensoriales de los estudiantes y despertar sus capacidades reflexivas.

Con sólo traspasar el pórtico de acceso al edificio, se comienza a disfrutar en el piso el río cromático de verde, ocre, azul y toques de negro de la obra de arte del maestro Carlos Cruz-Diez. “Inducción cromática a doble frecuencia” es el nombre que recibe la obra materializada en los pisos de pasillos y rampas de acceso del Centro de Acción Social por la Música,  y se extiende en el piso de las zonas de acceso a la sala de Conciertos.

Esta obra involucra al espectador, cuando se traslada a lo largo de los pasillos del edificio. El color aditivo, que es la base de las investigaciones cromáticas de Cruz Diez y que permite que nuestro ojo perciba colores nuevos y distintos a los que aparecen realmente en las franjas del piso, aporta en su condición “inmaterial”, una importante afinidad con la ligereza del lenguaje de la música.

Sobre el río cromático de Cruz Diez encuentra la lluvia bicolor del maestro Jesús Soto. Esta experiencia se convierte en un encuentro de dos visiones del arte cinético venezolano llevado a su máxima expresión.

A Jesús Soto no le dio tiempo para dar nombre definitivo a su obra, a la que siempre se refería como “la obra de los músicos”. Gran virtual amarillo es hoy su nombre técnico y por cuyo proyecto sintió el mayor de los entusiasmos y de los afectos.

Esta obra se terminó de construir a finales de 2006, localizada en sentido oeste-este, sobre la fachada norte del Centro de Acción Social por la Música. Esta pieza adquiere un carácter de mediadora entre el exterior y el interior del edificio, haciendo invitación a entrar al mismo, a recorrerlo y sentirlo.

“Inducción cromática para sentarse a oír música” es el título de la espectacular intervención del artista Carlos Cruz Diez en la totalidad de las butacas de la sala de Conciertos del Centro de Acción Social por la Música.

“La inducción cromática para sentarse a oír música” se basa en la programación de 5 colores y 10 permutaciones a partir de ellos. Esta obra aparece por primera vez, en el espacio majestuosamente vertical de la sala Simón Bolívar, resaltando la vivacidad del color que se propaga en los asientos, protagonistas indiscutibles de este espacio.

 

El trabajo cinético que realizó el maestro Carlos Cruz Diez sobre las 1.200 butacas que ofrece la sala, fue creado pensando en los miles de estudiantes del Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela.

La obra cinética del maestro Cruz Diez no solo le da vida a los pisos y butacas de este maravilloso edificio. También el telón de la Sala Simón Bolívar recibió la majestuosidad y expresión del artista, preparando este magnífico espacio para una experiencia sensorial única.

"Toda inversión en cultura es paz social".

-Carlos Cruz Diez-

Ficha técnica

Ubicación: Boulevard Amador Bendayán, Municipio Libertador. Distrito Capital.

Área: 17.000,00 m2

Arquitectura: Arq. Tomás Lugo

Estructura: Ing. Otokar Kondrat

Escenografía, Iluminación, Mecánica Teatral: Ducks Scéno

Acústica: Nagata Acoustics

Artistas plásticos: Carlos Cruz Diez y Jesús Soto

Acústica: de configuración variable y ajustable a los requerimientos artísticos.

Mecánica teatral: automatizada y controlada por computadoras.

Iluminación profesional: automatizada y controlada por computadora para el escenario y el auditorio.

Audio y video: sistema de video para multicámaras, grabación digital y edición no lineal. Sistema de audio con grabación, procesamiento, amplificación y difusión de alta fidelidad.

Sistemas acústicos: paneles de techo y paredes reflejantes, una cámara de reverberación con paneles acústicos configurables de forma manual.

Órgano musical: órgano de tubos tradicional con ayuda de control y gestión electrónica.